A los 24 años, la mujer australiana Turia Pitt tenía una vida que muchos envidiaban: belleza, una carrera de modelo en ciernes y un novio querido. Sin embargo, todo cambió dramáticamente el 2 de septiembre de 2011.
Durante una carrera de cross-country de 100 kilómetros, un repentino incendio envolvió la zona, atrapando a Turia y a otros.
En un intento desesperado por sobrevivir, corrió a través de las llamas, sufriendo quemaduras severas: el 65% de su piel resultó afectada y perdió dedos en ambas manos.
A lo largo de su ardua recuperación, su pareja Michael permaneció a su lado, y eventualmente le propuso matrimonio a pesar de su desfiguración.
A pesar de los temores iniciales, Turia retomó el deporte, logrando hazañas notables como completar un medio maratón y recaudar fondos para tratamientos de cirugía plástica.
Su resilencia y valentía han generado admiración en todo el mundo, lo que le ha valido reconocimientos como Mujer del Año y apariciones en portadas de revistas.
Ahora, Turia y Michael son padres, y a pesar de los cambios físicos, Turia sigue siendo vibrante y activa, abrazando la vida al máximo.