Ciudad de México
Hace 3 años sucedió el trágico derrumbe en el Cerro del Chiquihuite, las familias afectadas aún viven con incertidumbre. Muchas viviendas siguen en riesgo.
El devastador derrumbe en el Cerro del Chiquihuite sepultó varias viviendas en la colonia Lázaro Cárdenas (La Presa) de Tlalnepantla, Estado de México. Pero, el hecho ocurrido en septiembre de 2021, cobró la vida de al menos cuatro personas, entre ellas dos menores de edad y su madre.
Tres años después del derrumbe en el Cerro del Chiquihuite, las cicatrices siguen presentes. Familias reubicadas, otras permanecen en la zona de riesgo, y un altar recuerda a los muertos. @ricardotorresr en #HechosSábado pic.twitter.com/err2jpQCp2
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) August 31, 2024
Precisamente, donde se produjo el deslave, los habitantes han erigido una cruz y un altar en memoria de las víctimas mortales. Los vecinos recuerdan con dolor aquellos momentos de angustia y desesperación.
Por su parte, las autoridades locales demolieron 11 viviendas que resultaron afectadas por el derrumbe y reubicaron a las familias sobrevivientes. Sin embargo, hasta la fecha no se ha proporcionado información oficial sobre los nuevos domicilios asignados a estas personas. “Se fueron los que quedaron. Les dieron (casa) en otro lado”, afirma un vecino.
Sin embargo, a pesar de la tragedia, algunas familias continúan habitando en viviendas ubicadas en zonas de alto riesgo . Hace menos de un mes, autoridades de Protección Civil colocaron carteles en estas casas advirtiendo sobre el “riesgo inminente” de nuevos deslaves. Una de estas familias, los Ramos, habita una vivienda con menores de edad en una zona considerada vulnerable.
“Si han venido los de Protección Civil, la suben a fijarte, pero no todo está tranquilo”, comenta un vecino al ser cuestionado sobre la seguridad de las familias que aún residen en la zona. A pesar de los riesgos, los habitantes manifiestan su temor a ser reubicados. “A dónde nos vamos, no tenemos a dónde”, dicen cuando les preguntan.
No obstante, las autoridades municipales han realizado trabajos de reforzamiento en una parte del cerro , pero los vecinos aseguran que esto no garantiza la seguridad de la zona. Esta es una zona vulnerable y en realidad no están seguros, pero los vecinos no se quieren ir por no tener a dónde.
Así pues, tres años del trágico suceso, los habitantes de la colonia Lázaro Cárdenas continúan viviendo con la incertidumbre de un nuevo derrumbe. A pesar de las medidas de prevención implementadas por las autoridades, el miedo y la angustia persisten entre los vecinos, quienes demandan una solución definitiva a esta problemática.