El magnate asegura un futuro de crecimiento y respeto internacional, con el respaldo de los líderes de las principales tecnológicas en su nueva asunción presidencial.
El presidente Donald Trump ha prometido llevar a Estados Unidos a una “edad de oro”, enfocándose en devolverle el respeto internacional y garantizar el crecimiento económico del país. Durante su asunción el lunes, Trump destacó su ambiciosa visión de plantar la bandera estadounidense en Marte, un objetivo que, según él, simboliza el renacimiento de la nación como líder en innovación y exploración espacial.
En un evento que subrayó la creciente influencia de las empresas tecnológicas en la política, los multimillonarios Elon Musk (Tesla y SpaceX), Mark Zuckerberg (Meta) y Jeff Bezos (Amazon) ocuparon puestos en primera línea. La presencia de estos titanes de la tecnología es vista como una demostración sin precedentes de poder e influencia en la Casa Blanca, reflejando la importancia estratégica que el sector tiene en los planes de la nueva administración.
Elon Musk: 😆😁🤪😎
— Eric Daugherty (@EricLDaugh) January 20, 2025
Barron Trump: 😐pic.twitter.com/slEkZSgmH7
Elon Musk, dueño de la red social X y de SpaceX, no ocultó su entusiasmo ante las declaraciones de Trump, especialmente por el objetivo de llevar a Estados Unidos a Marte. Musk, conocido por su fervor hacia la exploración espacial, ha sido un firme defensor de las misiones interplanetarias, y la visión de Trump parece alinearse con sus propios proyectos.
El respaldo de estos líderes tecnológicos a Trump sugiere una colaboración estrecha entre el gobierno y el sector privado para impulsar iniciativas que puedan transformar no solo la economía, sino también la posición de Estados Unidos en el escenario global.
Elon Musk’s reaction to Trump saying today: “We will pursue our manifest destiny into the stars by launching American astronauts to plant the Stars and Stripes on the planet Mars.” pic.twitter.com/XMLQC2OTuu
— Sawyer Merritt (@SawyerMerritt) January 20, 2025
Con esta nueva administración, la promesa de una “edad de oro” se convierte en una esperanza renovada para el crecimiento económico y el avance científico, situando a Estados Unidos en una posición destacada para liderar la exploración espacial y consolidar su influencia mundial.