Drew Blythe Barrymore es una actriz, directora y productora estadounidense, la famosa tuvo una dura infancia, ya que fue obligada a tener una vida de adulto antes de cumplir los 10 años de edad.
El abandono de sus padres, la temprana exposición a la fama y la obligación a cuidar de sí misma siendo una niña, provocaron que tomara decisiones que parecían no tener vuelta atrás. Esta es la inspiradora historia de Drew Barrymore.
“Me llevaron en plena madrugada a un lugar que era más una institución psiquiátrica que rehabilitación a los 13 años. Me pusieron un collar con alambres de púas, y al cruzar esas dos puertas… no salías. Si te portabas mal, te metían a un cuarto acolchonado o te amarraban en una camilla. Me desesperaba demasiado, les decía a las otras chicas: ‘¡A la m*da este lugar, a esta gente no le importamos!’. Mi mamá no supo cómo lidiar conmigo. Me había convertido en un monstruo que ella misma creó. Me metieron a un lugar que me dio 18 años de crianza en solo un año y medio. Ella simplemente no podía ser madre.
Cuando salí, intenté rehacer mi vida, pero nadie me hablaba. Estaba vetada del mundo del cine. Era ‘la chica loca de la institución mental’. Pero mis amigos me levantaron del suelo. Parecía imposible, pero quería trabajar con Adam Sandler. Le pedí que nos viéramos en una cafetería. Sorprendentemente él aceptó. Luego ese día, llegó en shorts cargo y camiseta gigante. Yo, en tacones rosas, abrigo de leopardo y pelo morado. Le dije: ‘Mira más allá de esto. Siento que tú y yo podemos hacer algo especial’. Y él creyó en mí a pesar de todo. El fue mi salvación en mi carrera.
Hoy tengo una familia que elegí. Amigos que me enseñaron lo que es ser parte de algo. Y si logré sobrevivir a todo esto, es porque tuve a esas personas. Ahora sé que también puedo ayudar a otros a salir de sus propios infiernos. Finalmente, me siento libre. Y si puedo ofrecerle algo al mundo, quiero que sea seguridad. Que quien esté cerca de mí sienta eso: un lugar seguro.”
